Sunday, May 06, 2012

Persiguiendo la felicidad.


Tenis y Perros
(A propósito del protagonista de El Gringo Latino quien juega tenis).
¿Cual es la diferencia entre un perro y un tenista persiguiendo una pelota? Que el perro lo hace con su boca y el tenista con una raqueta. Sin embrago el principio es el mismo, el perro y el tenista disfrutan grandemente correr tras la pelota. Los dos tratan de alcanzar su objetivo  una y otra, vez con obsesiva perseverancia.  Al seguir a la bola, su cerebro produce la dopamina que les produce felicidad.
En realidad, toda actividad física que cause goce conlleva satisfacción. Eso lo sabemos desde chicos, cuando comenzamos a gatear, y sigue, en todas las culturas del mundo, durante toda la niñez. En las sociedades modernas hay una gama muy amplia de deportes y todos invariablemente se refieren a un partido, a una competencia, a una lucha como un “juego.” Miles de millones de adultos practican deportes formal o informalmente, por puro gusto. Dichas personas no son muy diferentes a  un niño que corre para alcanzar a un amigo, o que trata de brincar más alto que un compañero. Y no solo los deportes producen ese sentido de júbilo, el bailar, cocinar, cuidar el jardín y miles de otras actividades crean un bienestar similar.
Por eso es triste que una gran cantidad de adultos dejen de practicar actividades físicas. Algunos lo hacen por razones médicas pero la gran mayoría lo hace por desidia, por miedo a hacer el ridículo, por temor a caerse, o por la errada creencia de que no es propio para una persona de cierta edad seguir jugando. Desafortunadamente al dejar de jugar, dejan la oportunidad de alcanzar un poco de la escurridiza felicidad 

5 comments:

The Unknowngnome said...

Sí, vamos a no envejecer y cansados ​​y vamos a seguir para liberar nuestra dopamina con nuestros escritos. :)

Carlos Ponce-Meléndez said...

Unknowngnome: Muy buena idea!

Beatriz Holguin said...

¡Me encanta!
Jugar es fundamental para mantenernos en evolución y crecimiento. Favorece nuestro pensamiento creativo para la resolución de problemas y fortalece las relaciones con otras personas. ¿Por qué decidimos que a partir de cierta edad, no es conveniente jugar? Por normas contra-natura. En nuestras sociedades existen muchas de estas normas y no podemos seguirlas simplemente porque si, sin cuestionar en qué me perjudican. Muy bonito tío, me ha gustado mucho.

Dulcina said...

¡Qué razón tienes, Carlos!
Siempre me ha encantado jugar y lo sigo haciendo, pero los de mi edad - o mi hija - me dicen a menudo, "ya no tienes años para esas cosas"...
Yo no los hago caso y sigo jugando y seguiré.
Es tan hermoso cuidar un jardín, conversar - sí, dije "conversar" - con las gallinas, jugar a la pelota con un niño, dejarse llevar por la música, ¡ah!, el día en que digamos "esto no lo hago porque ya no tengo edad", ese día, empezaremos a ser viejos de verdad y dejaremos de ser felices.
Un afectuoso saludo desde el otro lado del charco, amigo.
:)

Carlos Ponce-Meléndez said...

Pues te felicito Dulcinea, no dejes de jugar y gozar. Eso de hablar con las gallinas me parece sensacional. Si mucha gente le habla a sus perros, porque no hacerlo con otros animales? De hecho algunos "animales" son mas listos que algunos seres humanos (y mas nobles y honestos).