Saturday, October 05, 2013

El HEROE DISCRETO





El Héroe Discreto (Mario Vargas Llosa)
El dueño de una compañía de transportes y un empleado retirado de una empresa de seguros, son los protagonistas de la novela del escritor peruano. El transportista recibe amagos de chantaje a los que se resiste. El retirado se ve envuelto en un grave conflicto con los hijos de su ex patrón. En medio de los dramas se mezclan problemas familiares con los hijos, entre cónyuges y amantes. Las historias están basadas en hechos sucedidos hace años según el autor.

La maestría de Vargas Llosa para el relato es innegable, escribió una novela que se lee con gusto, con apetito por saber qué va a pasar; quien hiso esto, porque se fue aquel, etc. sin embargo la novela no esta exenta de ambigüedad. Los diálogos del retirado con su hijo resultan superficiales, poco naturales. Las figuras de los hijos del transportista son unidimensionales; blanco y negro. Y tal vez lo más inverosímil es el final Hollywoodesco que no voy a describir para no echar a perder la lectura de quienes se animen a leer El Héroe Discreto. La obra no deja de tener trasfondo sociopolítico pues refleja la difícil época por la que están pasando muchos países de American Latina: delincuencia impune, corrupción, frustración de la población, etc. Pero en el caso del Héroe Discreto, Vargas Llosa deja muchos cabos por atar; una mafia que nunca se materializa, la ineficacia de la policía que en este caso no procede, son un par de cabos sueltos.
Por otra parte, es interesante el uso de los trucos literarios que Vargas Llosa usa. Comienza narrando las dos historias por separado y no es sino hasta los últimos capítulos de la novela en que las dos historias se entrelazan. Otro ardid es mezclar dos y hasta tres diálogos, por ejemplo, el padre está hablando con el hijo y la siguiente frase es del hijo hablando con un amigo. A pesar de que este método puede ser confuso, el autor no abusa de él en este trabajo por lo que no hace que el lector se desespere tratado de descubrir quien está hablando y con quien. Este estilo no en nada nuevo en las obras de Vargas Llosa (Conversaciones en la Catedral, El Paraíso en la Otra Esquina) y en ésta novela es legible. Sin embargo no faltan personas que acusen al escritor de quererse “adornar” mucho con esas prácticas. 

En su ensayo sobre Flaubert, La Orgia Perpetua, Vargas Llosa dice: “preferir desde niño, las obras construidas como un orden riguroso y simétrico, con principio y fin que se cierran sobre sí mismas y dan la impresión de la soberanía y lo acabado, sobre aquellas, abiertas que deliberadamente lo indeterminado, lo vago, lo en proceso, lo a medio hacer.” Ciertamente, en El Héroe Discreto, el autor dio fin a una historia de un proceso que, desgraciadamente, está lejos de cerrarse en nuestros países de América Latina. Creo que la obra ameritaba otro desenlace.
A pesar de los problemillas señalados, yo recomiendo ampliamente la lectura de esta novela a quienes gusten de leer historias estimulantes; disfrutaran una buena lectura.